Epididimitis

 

 

(extracto de ferato.com)

   ETIOLOGIA

La epididimitis aguda provoca inflamación del escroto, dolor testicular y algunas veces una fiebre de seis semanas de duración o menos, por lo general, con un inicio gradual durante varios días.

Si no se trata o, en algunos otros casos, la afección puede volverse crónica, en cuyo caso por lo general no hay inflamación sino simplemente dolor.

La epididimitis generalmente es causada por la diseminación de una infección desde la uretra o la vejiga y los organismos que con más frecuencia están involucrados en esta afección en hombres jóvenes heterosexuales son gonorrea y clamidia. En los niños y en hombres de mayor edad, son mucho más comunes los uropatógenos típicos como los organismos coliformes (E. coli), y es igualmente válido en el caso de los hombres homosexuales.

El Mycobacterium tuberculosis (TB) también se puede manifestar como epididimitis. Los signos característicos de esta afección son irregularidades «en forma de cuentas» a lo largo de los vasos deferentes. Otras bacterias, como ureaplasma, también pueden provocar epididimitis.

Una causa no infecciosa de epididimitis es el consumo del medicamento antiarrítmico amiodarona. En este caso, la inflamación se limita a la cabeza del epidídimo y no responde a la terapia antimicrobiana. El tratamiento es la reducción de la dosis o el cambio de los medicamentos.

La epididimitis puede comenzar con fiebre leve, escalofrío y sensación de pesadez en el testículo, el cual se hace cada vez más sensible a la presión o a la tracción.

Puede presentarse molestia en la parte inferior del abdomen, malestar en la pelvis y la micción puede causar ardor o dolor. Ocasionalmente, se puede presentar un flujo de la uretra, sangre en el semen o dolor en la eyaculación, e igualmente el testículo puede aumentar de tamaño significativamente y producir dolor severo.

Es importante que esta afección se diferencie de la torsión testicular (una reducción o suspensión del flujo de sangre hacia el testículo) que requiere atención de emergencia. La torsión testicular es una emergencia quirúrgica y debe tratarse tan pronto como sea posible. Nunca se debe ignorar el dolor testicular agudo.

    Factores de riesgo

Un aumento del riesgo se asocia con hombres sexualmente activos que no son monógamos y no utilizan condones. También se encuentran en mayor riesgo los hombres a quienes se les ha practicado cirugía reciente o tienen antecedentes de problemas estructurales que comprometen el aparato genitourinario (sin importar sus comportamientos sexuales). Entre otros factores de riesgo están el uso prolongado de un catéter permanente y que el hombre no esté circuncidado.

   Clasificación

  • Epididimitis (aguda) (no venérea) (recurrente) (residual).
  • Epididimitis blenorrágica (gonocócica).
  • Epididimitis caseosa (tuberculosa).
  • Epididimitis clamídica.
  • Epididimitis con absceso.
  • Epididimitis gonocócica.
  • Epididimitis sifilítica.
  • Epididimitis tuberculosa.

   Síntomas

  • Inflamación escrotal dolorosa (aumento de tamaño de los testículos).
  • Tumor testicular.
  • Testículo inflamado y sensible en el lado afectado.
  • Región inguinal del lado afectado inflamada y sensible.
  • Dolor testicular que empeora con las evacuaciones intestinales.
  • Fiebre.
  • Secreción o flujo por la uretra (el orificio en la punta del pene).
  • Sangre en el semen.
  • Dolor inguinal.

   Diagnóstico

El examen físico algunas veces muestra una masa edematizada, roja y sensible en el hemiescroto afectado. La sensibilidad por lo general puede localizarse en una pequeña área del testículo donde está adherida la epididimitis.

Se puede presentar inflamación de los ganglios linfáticos en el área de la ingle (ganglios inguinales), al igual que puede haber un flujo o secreción del pene. Mediante un examen rectal se puede detectar sensibilidad o aumento de tamaño de la próstata.

Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes:

  • Un cultivo y análisis de orina (el médico puede solicitar varias muestras que incluyen: orina del chorro inicial, orina de la mitad del chorro y orina después de un masaje de próstata).
  • Pruebas para detectar clamidia y gonorrea.
  • CSC (conteo sanguíneo completo).
  • Ecografía Doppler para descartar torsión testicular. Puede ser visible una región hipoecoica en el lado afectado, así como un aumento del flujo de sangre o un absceso escrotal.
  • Además, se puede obtener una gammagrafía testicular (medicina nuclear) para descartar la torsión. En el caso de epididimitis también se puede evidenciar un aumento del flujo de sangre.

   Pronóstico

Por lo general, la epididimitis desaparece con la terapia antibiótica apropiada, sin ningún daño en la capacidad reproductora o sexual previa, pero la recurrencia es muy común.

   Complicaciones

Entre las complicaciones se encuentra el infarto testicular, absceso escrotal, fístula escrotal cutánea, epididimitis crónica e infertilidad.

El dolor escrotal agudo es una verdadera emergencia médica con consecuencias graves y es esencial la evaluación médica inmediata.

   Prevención

Las complicaciones de la epididimitis pueden prevenirse mediante el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado (más la notificación si es pertinente) de las enfermedades infecciosas asociadas con dicha condición.

Con frecuencia, se suministran antibióticos profilácticos (medida preventiva) en el momento de las cirugías en el cual el paciente está en mayor riesgo de sufrir epididimitis. Las prácticas sexuales seguras (relaciones monógamas, uso de protectores de barrera como los condones y prácticas similares) pueden ser útiles como medida de prevención en aquellos casos de epididimitis asociada con las enfermedades de transmisión sexual.